Sabado, 18 de Mayo 2024
Cabo de Gata Center. Apartamentos Villa del Mar
España IA Titulo: Las basuras del poder y las mareas. Texto: El vertedero es una metáfora poderosa para hablar del mundo de hoy. Sin duda nos hace ver la cruz de esa moneda que llamamos realidad. Abrir una ventana y mirar hacia la calle supone enfrentarse a un panorama sucio. Ahí están los plásticos, las latas, el óxido, la carroña, la pobreza, las catástrofes no prevenidas, las provocadas, el desempleo, la injusticia y los mendigos que remueven la basura en busca de la supervivencia. Los músicos contemporáneos componen en sus partituras una frialdad hostil que responde al vertedero. Los escritores más lúcidos hablan de las consecuencias de la desolación y dejan que sus palabras adquieran el olor de las cosas podridas. Las calles de Madrid, a causa de la huelga en el servicio de recogida de basuras, parecen una inmensa instalación artística que alude a las venas del poder. Bajo las chaquetas y las corbatas de los banqueros, bajo las declaraciones de los gobernantes, bajo los análisis de los economistas que trabajan al servicio de la usura, se acumula una montaña de desperdicios. La rutina y el silencio se acostumbran a todo. La normalidad es una costra despiadada que oculta los desequilibrios más injustos. Vivimos en un mundo de usar y tirar. Las basuras del consumo no afectan sólo a las bolsas de plástico, los cristales rotos y los cartones. Usamos y tiramos vidas humanas, sueños, cuerpos, la salud de la gente, la educación, las instituciones, la política, la conciencia. Todo es hoy un producto del usar y tirar. El vertedero quiere ser la gran metáfora de nuestra convivencia. Y como toda gran metáfora es minuciosa y se extiende por muchos rincones. Hace ahora 11 años un barco con bandera de las Bahamas se partió en dos frente a las costas gallegas con 77.000 toneladas de fuel en sus depósitos. Una sentencia benévola que evita los castigos reconoce, sin embargo, el mantenimiento deficiente de la empresa encargada del Prestige, la embarcación en la que navegaba la catástrofe. Esemantenimiento deficienteparece más un chiste que una metáfora del mundo. Hoy soportamos un verdadero proceso de destrucción.